Existen muchos tipos de cargas, pero podemos resumirlas por su tamaño; una carga general es aquella que abarca pequeñas cantidades o que se maneja a través de unidades. Por su parte, la carga a granel es una carga abundante que se transporta sin necesidad de embalaje, los productos pueden ser de naturaleza líquida, sólida o gaseosa.

Por el tipo de tratamiento de la carga, podemos hablar de cargas peligrosas, es decir, aquellas que contienen productos que pueden poner el riesgo la vida de alguien o arriesgar incluso el medio de transporte. Este tipo de carga se subdivide en nueve categorías: explosivos, gases, líquidos inflamables, sólidos inflamables, sustancias comburentes y peróxidos orgánicos, sustancias tóxicas y sustancias infecciosas. Sustancias y objetos peligrosos varios, material radioactivo y sustancias corrosivas.

Por otro lado, está la carga frágil, que se refiere a todos aquellos productos que pueden ser dañados fácilmente y que requieren de una manipulación cuidadosa al momento del embalaje y transporte.

Pueden diferenciarse, dependiendo de su estructura como vehículos rígidos, articulados, tipo tráiler o tren de carretera. También existe tipología según la mercancía que se requiera llevar, tal es el caso de los camiones de lona, para cargas y descargas de una gran cantidad de materiales; de plataforma abierta, que suele ser para mercancía pesada y frigoríficos, los cuales son el transporte terrestre de la mercancía que necesita refrigeración, entre otros.

Nunca se debe pasar por alto el nivel de emisiones permitido por la ley. Hoy en día, el mayor impacto del transporte lo constituye el uso de combustibles fósiles y sus emisiones contaminantes asociadas.

Siendo el transporte uno de los últimos procesos en el eslabón, buscamos ser lo más eficientes para su carga y descarga y en las más seguras condiciones, dependiendo de la naturaleza de la mercancía.